¿Qué pasa cuando AWS se cae? El impacto de un gigante en pausa
Si trabajas en tecnología, seguramente habrás escuchado historias sobre cómo una caída de AWS puede afectar a millones de empresas en todo el mundo. Desde startups hasta gigantes corporativos, muchas organizaciones confían en la infraestructura de Amazon Web Services para mantener sus servicios en marcha. Pero, ¿qué sucede cuando una región de AWS experimenta problemas? El lado oscuro de depender de la nube En diciembre de 2021, una interrupción en US-EAST-1, una de las regiones más utilizadas de AWS, dejó fuera de servicio a sitios web, aplicaciones y servicios internos de cientos de empresas. Este incidente destacó un problema crucial: La centralización excesiva. Muchas empresas alojan toda su infraestructura en una sola región para ahorrar costos y simplificar operaciones. Aunque AWS ofrece herramientas para diseñar arquitecturas resilientes, no todas las empresas las aprovechan al máximo. Y aquí es donde la ecuación de riesgo vs. inversión entra en juego. ¿Por qué pasa esto? La nube nos promete simplicidad, escalabilidad y alta disponibilidad, pero no significa que sea infalible. Al trasladar nuestra infraestructura al cloud, transferimos parte de nuestra responsabilidad al proveedor, esperando que se encargue de anticipar y mitigar los riesgos. Sin embargo, la resiliencia final depende de nuestras decisiones como arquitectos y desarrolladores. Claves para mitigar el impacto de una caída AWS nos da muchas herramientas para construir sistemas resilientes, pero ¿qué podemos hacer para minimizar los riesgos? 1. Usa múltiples zonas de disponibilidad (AZs) Las zonas de disponibilidad son como mini-centros de datos independientes dentro de una misma región. Distribuir tu infraestructura entre varias AZs asegura que si una falla, el impacto sea mínimo. 2. Considera múltiples regiones Aunque implica mayor complejidad y costo, desplegar servicios en varias regiones reduce la dependencia de una sola ubicación.
Si trabajas en tecnología, seguramente habrás escuchado historias sobre cómo una caída de AWS puede afectar a millones de empresas en todo el mundo. Desde startups hasta gigantes corporativos, muchas organizaciones confían en la infraestructura de Amazon Web Services para mantener sus servicios en marcha. Pero, ¿qué sucede cuando una región de AWS experimenta problemas?
El lado oscuro de depender de la nube
En diciembre de 2021, una interrupción en US-EAST-1, una de las regiones más utilizadas de AWS, dejó fuera de servicio a sitios web, aplicaciones y servicios internos de cientos de empresas. Este incidente destacó un problema crucial:
- La centralización excesiva. Muchas empresas alojan toda su infraestructura en una sola región para ahorrar costos y simplificar operaciones.
Aunque AWS ofrece herramientas para diseñar arquitecturas resilientes, no todas las empresas las aprovechan al máximo. Y aquí es donde la ecuación de riesgo vs. inversión entra en juego.
¿Por qué pasa esto?
La nube nos promete simplicidad, escalabilidad y alta disponibilidad, pero no significa que sea infalible. Al trasladar nuestra infraestructura al cloud, transferimos parte de nuestra responsabilidad al proveedor, esperando que se encargue de anticipar y mitigar los riesgos. Sin embargo, la resiliencia final depende de nuestras decisiones como arquitectos y desarrolladores.
Claves para mitigar el impacto de una caída
AWS nos da muchas herramientas para construir sistemas resilientes, pero ¿qué podemos hacer para minimizar los riesgos?
1. Usa múltiples zonas de disponibilidad (AZs)
Las zonas de disponibilidad son como mini-centros de datos independientes dentro de una misma región. Distribuir tu infraestructura entre varias AZs asegura que si una falla, el impacto sea mínimo.
2. Considera múltiples regiones
Aunque implica mayor complejidad y costo, desplegar servicios en varias regiones reduce la dependencia de una sola ubicación.